Mediterráneo, la «autovía» creciente

Fuente: ABC.es

Fecha: 05-06-2008

La importante actividad industrial, la alta densidad de población de las costas o la importancia económica de los grandes puertos de la Comunidad Valenciana, y en general del Mediterráneo, convierten a este mar en una autovía marítima de principal orden para el tráfico de mercancías y por tanto en un riesgo potencial de no tomarse los controles y las medidas de seguridad oportunas.

Valencia, Marsella, Algeciras, Gioia Tauro (en Calabria) o Barcelona atraen cada año a miles de buques de pasajeros y mercancías, más de 11 millones de TEU (contenedores).

Según explica, el jefe de distrito marítimo de la localidad alicantina de Torrevieja, Óscar Villar, «el Mediterráneo es un mar muy transitado por barcos mercantes de todo tipo, incluidos los que transportan materias peligrosas. No hay que olvidar que hay refinerías de petróleo en Castellón, Cartagena, Tarragona y Algeciras».

Aunque, los lugares de mayor tránsito se concentran en las zonas donde confluye el tráfico marino -Cabo de Gata, Estrecho de Gibraltar y Finisterre- «en cualquier momento puede ocurrir un vertido» frente a las costas valencianas.

No obstante, Villar quiso destacar que España «ha avanzado mucho» en la lucha contra la contaminación marina y en la actualidad existen medios, leyes y planes tanto locales, como autonómicos, nacionales e internacionales para evitar estas situaciones.

Esta actividad está regulada por el Convenio Internacional Marpol que recoge la normativa para la prevención del mar por los buques. A la espera del resultado de la investigación por la administración competente, Villar considera que casos como el de Valencia «son hechos puntuales».

Para tratar sobre la lucha contra la contaminación marina en el Mediterráneo, expertos de España, Francia, Italia y Mónaco se reunirán del 10 al 12 de este mes en Tarragona. La localidad catalana será el escenario de un simulacro internacional de contaminación marina por hidrocarburos.

Desde la Autoridad Portuaria de Valencia -que en 2007 registró un tráfico de 7.287 buques, un 3,42 por ciento más que el año anterior- se quiso subrayar que cualquier buque que atraca en el recinto portuario cumple estrictamente todas las medidas de seguridad, de otro modo Capitanía Marítima impediría su paso. «Hoy día los controles son muy rigurosos y todo apunta hacia la sostenibilidad del transporte».

Controles mínimos

Germán Arias, inspector de la Asociación Internacional del Transporte y ex marino, recuerda además otro de los puntos negros en cuanto a la navegación: las banderas de conveniencia de los buques en las que se cobijan armadores que pueden infringir desde normativas laborales hasta medio ambientales. Estos estados ofrecen una sistema de registro cuyos controles son mínimos.

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