Impiden recoger el vertido de la playa de Cullera hasta que el Seprona analice su composición

La mancha de medio kilómetro de longitud que alcanzó el pasado sábado la costa de Cullera tras ser vertida por una embarcación seguía ayer, aunque mucho más menguada, en la playa del Racó.

Fuente: levante-emv.com

Fecha: 03-03-2008

¿La razón? No será hasta hoy cuando los análisis de las muestras recogidas por los agentes del Seprona indiquen de qué está hecho el vertido. "Así que por ahora es preferible tenerla controlada pero no recogerla, por si pudiera provocar alguna reacción en quienes la toquen", explicó ayer el subdelegado del Gobierno, Luis Felipe Martínez.
Eso sí, Martínez subrayó que "al menos a primera vista, no parece que sea una sustancia peligrosa ni altamente contaminante", y subrayó que los mismos agentes de la Guardia Civil que acudieron a la playa del Racó para recoger muestras del vertido indicaron desde el primer momento que, a tenor del color y la consistencia, estaba claro que no era una mancha de fuel o de aceite. "El color amarillento no es el propio del tipo de vertidos ilegales que suelen hacer estos barcos en alta mar. Aún así, parece claro que ha sido una embarcación la que ha provocado la mancha", destacó el subdelegado.
Tal como adelantó ayer Levante-EMV, el vertido habría sido provocado por la limpieza en alta mar de la bodega o la sentina de alguna nave, que tiró los restos al agua y después se marchó de allí. Los expertos consultados por este periódico indicaron que, precisamente, la tranquilidad de las aguas y la escasez de fuertes corrientes son las que hacen atractiva esta parte de la costa para realizar los "sentinazos" (la acción de arrojar al mar los desperdicios de los barcos acumulados en la sentina).
La ley obliga vaciar la sentina -el depósito situado junto a la quilla al que van a parar los restos de aceite y fuel usado así como los residuos provenientes de la limpieza de la embarcación- en el puerto, pero algunos capitanes y armadores prefieren ahorrarse dinero y tiempo y hacerlo en alta mar. Ese tipo de vertidos es el que suele llegar finalmente a las playas en forma de "galletas" o "galipote".
Hace cinco años, EU ya denunció que, sobre todo los fines de semana, buques con mercancías peligrosas solían fondear a tres millas de la línea de dunas protegidas del Saler para ahorrar el pago de las tasas que tendrían que pagar si atracasen en el puerto de Valencia. Según indicaba por entonces la Autoridad Portuaria de Valencia, el principal motivo de los vertidos que atiende el puerto son los derrames de hidrocarburos durante las operaciones de suministro de combustible a estos buques ("bunkering"), ya sea por los reboses de los depósitos al intentar cargar mucho o por la mala conexión de las conducciones.

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